domingo, 22 de noviembre de 2009

Pastelera invitada por un día.


Tuve un casamiento. El segundo en un año y el cuarto en mi vida, si mal no recuerdo. Claro que como pastelera y, habiendo trabajando mucho tiempo en eventos, he visto infinidad de casamientos pero siempre desde el back.
Es increíble como ha cambiado todo. Una vez, siendo muy chica, tuve un casamiento muy al estilo “La fiesta de Babette” o "Mi gran casamiento griego”… festejos verdaderamente inolvidables, con mucho preparativo y significado; festejos que aun pasados los años uno sigue recordando.
Todo se ha devaluado, desde el significado del casamiento, (antes era para toda la vida…ahora todos se casan con la esperanza de que así sea pero también sabiendo que el divorcio es una opción corriente), hasta el servicio gastronómico que ofrecen los caterings. Todas las nuevas empresas de catering con su “nuevo estilo” dejan bastante que desear.
Ayer me toco ver la comida desde el otro lado. El salón era sino el mejor, uno de los mejores de la zona. No se cuantas hectáreas de parque, piscina, salón de baile, recepción aparte, y el salón propiamente dicho; todo vidriado, de puta madre!. Debo decir que la comida me desilusionó bastante, sin ánimos de ofender, sino comparando con lo que mi memoria recuerda se estilaba antes.
La recepción estaba armada en estaciones, (ya no es como antes que los mozos/comentario aparte: antes había "señores" mozos, ahora hay camareras que hacen el trabajo para tener un sueldo para bancar los estudios o ayudar en la casa/ entraban con las bandejas a paso cuasi saltarin y te rodeaban de un lado y del otro). Me acerque a las estaciones; eran unas tres. Lajas de fiambres y quesos, pinchos caprese, empanaditas de distintas variedades, chorizo bombón, mini sandwich con pan de focaccia, paneras con fetas de pan tostado y alguna que otra cosa.
La entrada: achuras y había una isla con ensaladas a la cual había que acercarse, (era como tener un tenedor libre o mesa buffet de hotel en la fiesta). Primero que las achuras nunca me gustaron, solo cómo chorizo, (no a lugar a los comentarios, je) y segundo que para comer achuras voy a lo de mis viejos o a una parrilla. Ésta nueva onda de poner algo “cotidiano” en la fiesta de tu vida…mezcla de lo "inolvidable" y el "glamour" con lo “popu” , lo “cotidiano”, no me cierra ni ahí. Resumiendo: la entrada la pase de largo.
Principal: parillada. Había pollo, vaca, cordero. Misma isla de ensaladas. Comí algo de pollo para calmar el vino tinto que tenía encima. Todo en mesas al mejor estilo evento, varios cubiertos, plato de sitio, principal, entrada, tres copas, servilleta, todo impecable.
Postre: una especie de brownie, (no era brownie del todo pero tampoco era otra cosa identificable, así que supongo era un brownie), con una gota de salsa de frutos rojos dibujada en el plato, una bochita de helado de americana y una deco imitando una vaina de vainilla. Era un plato con 4 elementos. Yo, en eventos de hasta 500 pax, (pax=personas, comensales), he armado platos de postre de hasta 6/7 elementos, siendo pocos en la cocina. Mi opinión: me pareció un plato prolijo.
Mesa dulce: me desilusionó bastante. Creo que la mesa dulce es uno de los momento que todos esperan. Es un momento bisagra en la fiesta y siempre que las he armado las pienso en función de impresionar o deslumbrar a la gente. Había: torta de casamiento, una tarta frutal muy bajita, un apple crumble, un cheesecake con un gele rosado por arriba, (lo probó una amiga mía y no le gustó mucho), frutas en lajas, creps de d. de leche y no recuerdo más. Lo único más o menos llamativo eran tres bloques de helado con forma de volcan, (ahuecados en el centro), puestos en fuentes con pie del cual te servían las camareras. Esperaba algo más. Ni siquiera estaban los cocineros para servirte o explicarte, (yo lo he hecho, y a la gente le encanta el "show de los cocineros").
Desayuno, (no hubo fin de fiesta; convengamos que para ése momento ya estas que no podes más pero es un clásico que todos esperan): infusiones y medialunas de estas marcas conocidas de “congelados” que regeneras.
El vino era bueno, los tragos con poco alcohol. La pase excelente de todas maneras, muy buena música, ambiente y compañía, pero la comida no quedará en mi recuerdo como “Te acordas del casamiento de fulanito y menganito”, “Ohhhh siii, que manera de comer ese día”. Todo ha cambiado. La comida, parece, ya no es un punto fuerte en las fiestas. Si los videos, la tecnología, el ambiente y los shows del tipo "brasilero, magos etc.". Atrás han quedado las fiestas inolvidables. Parece que la moda indica: todo superfluo y fácilmente olvidable… todo claro, menos el monedero de los casados.

4 comentarios:

Felipe dijo...

Petit, seguro Ud. recuerda un casamiento en el Jardín Japonés!!!
Pasan los años, pasan las modas....en esa época el país estaba mejor y algunas familias con igual gasto que hoy, ofrecían fiestas de príncipes!!!!
Todo se devalúa, esperemos que el amor no!!!!

Petit. dijo...

Tal cual...me acuerdo de ése casamiento; hasta figuras de hielo talladas había!. Si, todo está devaluado; lo esperanza es lo último que se pierde, dicen, jeje.Besos, P.

mabel dijo...

La música de segundo vals que ud eligió muestra su personalidad.Ya llegará su príncipe azu... no celest...o blancuzco....!Ojalá la vea algún día feliz y rodeada de una familia!
Sus padres son los de "para toda la vida".Eso tratamos de construir a nuestro modo!Besos

Felipe dijo...

Magistral The Secon Waltz por André Rieu...con ese son se enredará alguien en la falda festiva????No importa,los temerosos tardan o se lo pierden, ya llegará su príncipe!!!Ese día me permitirá Ud. bailar el valz girando en torbellino como en aquel casamiento que recordó??? La encuentro en Pastelina Vengalina...Que miedo!!!