martes, 18 de septiembre de 2012

Intangible pero tan tangible.


“Es difícil saber si estamos viviendo  un  sueño o la realidad”,“Hierro 3”, “Kim Ki Duk”.

Lo cierto y lo incierto…lo tangible y lo ilusorio… la realidad y la fantasìa… Mis sueños han sido, últimamente, en su mayoría y, literalmente, apocalípticos…otros han sido ridículos…y algún que otro gracioso…Muchas veces pienso que estos sueños  son parte de mi realidad.
Lo único certero es el local de pasteles y mis afectos…el resto del mundo….el resto del mundo no se que ocurre con exactitud.

Vivo en una burbuja en donde todo fluye y rueda. Las cuentas las pago, pero no me aquejan ni tampoco se quejan. Ya no tomo casi el tren…ese tren latoso de aspecto fantasmal y de efecto agobiante…Seis veces a la semana viajo en un colectivo color verde flúor. Camino, ando en bicicleta y miro a los automovilistas desquiciados pasar semáforos en rojo. Las bocinas pasan por mi mecanismo de defensa y rápidamente las escucho bajitas…hasta sentirlas algo lejos. Mi visión divide las cosas en “mirables” y “no mirables”…

Hoy no ha parado de llover y el viento ha azotado sin culpas…y yo parada esperando el colectivo….pero el colectivo verde flúor no aparecía y los autos hacían olas urbanas. Mi pelo salpicado y mi capucha que me acompaña hace 8 años cubriendolo…Esperando para movilizarme........ un camión extraño apareció de la nada y creí que venía Arnold Shwarzenegger en “Terminator”… pero el vehículo siguió silencioso con sus vidrios oscuros y poco a poco se fue perdiendo en el asfalto mojado. Y mis pies mojados y nariz fría desearon un horno “calientito” y un aroma a pan de chocolate.

{Siempre me aburrieron las rutinas y mis días no podrían ser cortantes de galletitas. Mis estados de ánimo fluctúan, al  menos,  diez veces al día…Mis gestos, mirada y todo mi ser cambian de la nada pero solo quienes me conocen muy bien saben lo que ocurre realmente. La pastelería es testigo y complice de mis días. Una burbuja al oeste de la ciudad. Producimos aromas ricos que de a ratos percibo y me pregunto: “¿La gente también los sentirá?”. Y recorro los  trazos del local, pasillos transitables una y otra vez y las mañanas a veces son fáciles y otras sigo en mis sueños. Y el año sigue avanzando…ya va un circulo completo en el local y ya no se cuantos en mi vida…círculos dentro de círculos dentro de círculos. Y a veces me veo chiquitita, subida a una silla, cortando masitas en la mesadita blanca que se sacaba del mueble naranja de la casa de mamá. Y tantas veces intente adivinar como seguiría esta historia…pero solo hay presente y la realidad ni siquiera es solo una realidad. A veces huele a chocolate, otras a manteca, otras a masa cocinándose, otras a pan…}

Y el colectivo verde flúor finalmente llego…Me senté en el asiento doble contiguo a la puerta del medio, contra la ventanilla. Apoye mi cabeza en el vidrio frío y mojado y me sumí en un sueño. Un sueño que fueron muchos a su vez y mi cabeza quedo en completa confusión llena de sensaciones y pensamientos….pero suavemente un aroma a pan de chocolate me invadió y me pude ver como cuando de chiquitita…cortando masitas…con la mesadita blanca llena de harina y muchos recortes de masa…mi rostro llevaba una sonrisa y mi cuerpo sentía completa libertad.