martes, 18 de enero de 2011

La petite dans le ville des miroirs.

Erase una vez una pequeña en una ciudad de edificios monstruosos, yates, autos de colección, casas lujosas, locales de las marcas más caras, mar, pescadores, restaurantes, mucho bronceado y ostentación.
En la subida de la calle de las palmeras, entre la 11 y la 12, se hallaba una cocina y allí arribó un día, "Petit", con valija en mano. Llevaba consigo algo de ropa, su paraguas anaranjado con estampas, su linterna y su funda de herramientas de cocina.

-La adaptación:
Ya hace un mes que los pioneros de la casa hemos llegado a lo que es y será nuestro habitad en los próximos días. Cuatro personas hemos sido las primeras en arribar y hemos cargado con la privilegiada y ardua tarea de poner toooooodo nuestro lugar en condiciones habitables y de trabajo. Con el correr del tiempo más gente ha ido llegando y nuestros días de “pil-pil“, “86 -86”, (códigos internos), ya se han ido para dar lugar a un auténtico “Gran hermano”. Las calles vacías comenzarán a poblarse y los paisajes ya no serán los mismos.

-La casa:
Convivimos hombres y mujeres, gente de salón y gente de cocina. En la parte trasera del restaurante se encuentra una pequeña construcción con una pared divisoria que da lugar al cuarto masculino y al femenino. Detrás nuestro se encuentra un hotel cuya lavandería da a la cabecera de mi cama. Tenemos un patio con pasto y una palmera muy gorda, muchos pájaros que nos visitan, tres largas sogas para colgar la ropa, una estructura de metal oxidado que sostiene un tanque de agua en cuyo interior hemos ideado el arbolito de navidad y un horno a leños que aun no hemos inaugurado. Nos facilitaron un lavarropas con la puerta averiada que recién esta semana lo hemos hecho funcionar. El logro más grande que hemos conseguido desde nuestra llegada ha sido la construcción de una pequeña ducha al aire libre, (solo contábamos con una ducha para 17 personas y, al menos, de esta manera el tema se descomprimió). La habitación de las chicas corre con ventaja con respecto a la de los chicos: somos tres femeninas contra 9 individuos masculinos, (que están al borde del hacinamiento). A nuestro cuarto lo hemos decorado con ingenio y nuestra reciente adquisición ha sido una planta. Nuestra ventana da al patio; en nuestra cortina de mimbre a modo de puerta hemos colgado un cartel identificatorio y a su lado un timbre artesanal para ser llamadas.

-La cocina:
En el centro de "La cuisine" se encuentra el alma propiamente dicha de la cocina: un bloque reluciente y macizo de fuegos al mejor estilo “Ratatouille“, (“Miralo bien Petit que difícilmente lo vas a volver a encontrar en otro lado”, me dijo el Chef, papá "Chris" el primer día, mientras lo contemplaba).
Tenemos una gran cámara, mesadas de acero, horno convector, mesadas de mármol, una gran alacena blanca al mejor estilo campestre, una batidora industrial muy buena, una sobadora y una serie de elemenetos más…. Fue mucho lo que estaba roto o tuvimos que reubicar y sobre todo lo que tuvimos que limpiar, pero luego de 20 días de arduo trabajo físico y mental: la cocina esta en orden y pronta para deslumbrar a los visitantes y deleitar a los comensales!. El equipo esta casi completo y, de a poco, fue tomando forma, al igual que los platos… Ya todo esta en su lugar y todo tiene su propio peso y personalidad. La carta fue mutando como toda carta y el resultado es óptimo: cocina francesa de la buena!. Mi sector fue adquiriendo ese toque Petit y ya es parte mio… aún faltan algunos toques mágicos pero vamos, (tengo un mega ayudante Venezolano que es una novela en si mismo), por buen camino!.
Se acerca el cambio de año y la ciudad se esta poblando rápidamente de vacacionantes. Comensales: vengan a nosotros!!!!, daremos batalla con uñas y dientes!!!!.

-Por estos días:
La pequeña sale caminar por las mañanas… de fondo, el mar, sigue pacientemente sus pasos. Inventa cosas nuevas manuales y mentales para no perder la creatividad y el buen humor. Interactúa con quien quiere y con quien no, se eleva y desaparece. Se nutre de todo y se siente más fuerte que nunca. Su tatuaje nuevo, un batidor de mano en su pierna derecha, es testigo de todo y es mentor de tantas otras cosas.
Una ciudad, la ciudad de los espejos....una ciudad de fantasía que si no nos sabemos mirar frente al espejo con conciencia todo se ve desdibujado.
Un año que se va y otro que está viniendo. El futuro es incierto pero el presente es más real que nunca.
Felicidades para todos ustedes, mis queridos lectores, y si han dejado de desear cosas este es un buen momento para que lo vuelvan a hacer!!!.Chin chin con aroma a mar y un dejo a excelente cocina francesa…
desde algún sitio, Petit.

pd: la nota tiene algunos días ya pero por temas de tiempo y computadora al alcance me he retrasado, (no saben todo lo que hay por contar!).
pd1: hacer temporada, más que una experiencia gastronómica, es una experiencia y prueba de vida!.
pd2: ya me he mudado de habitación a una más vip!