sábado, 11 de septiembre de 2010

A un año del blog. ¡Feliz cumple-blog!.

Año atrás mi departamento era una trinchera. De día el pintor a pleno, todo modificado, corrido, tapado, achicado, amontonado...mi casa no era mi casa!. Suelo sufrir bastante los cambios, solo los primeros días, hasta que me adapto a la nueva situación. Pero en esta ocasión, el pintor solo estaría una semana, por lo cual no habría demasiado tiempo para la "adaptación". En ese momento, tenía mucha presión en mi trabajo....mi vida era una especie de rutina, (como lo es casi siempre en la vida de todos), y estaba llena de situaciones agobiantes y poco elegidas. Y una noche, en medio de este panorama, nació "mividaesunpastelillo"; en un rapto de locura y una terrible necesidad de expresión, (que no podía dejar salir hace años). Una noche todo afloró y no se detuvo...ese día, al igual que los días subsiguientes, me quedé desvelada en el blog, hasta las 5 a.m.. No tenía una meta u objetivo en claro....solo contar, contar y contar al mundo, (no sabía si alguien me leería, jeee), las cosas inimaginables, insólitas, risueñas, tediosas, injustas, gratas y demás que sucedían puertas adentro de una cocina real. Contarles el día a día de una cocina profesional en la Argentina."mividaesunpastelillo" no es un programa gastronómico de la tv ni una revista gourmet, sus personajes no son "Chefs" conocidos....Este es un espacio casi anónimo de una pastelera más que quiere contar cual es la verdad de la milanesa. Cocineros reales, aguerridos, con marcas de la profesión en sus manos y brazos...gente que no sabe lo que es tener dos días de descanso, que rara vez comparte un cumpleaños con sus seres queridos y que si lo comparte llega hecho pipa, sin comida y sin regalo, jeeee. Este es un espacio que ya se ha convertido en un submundo. Este submundo esta formado por toda la gente de gorro blanco que estuvo, está y estará a mi alrededor; personajes de todo tipo....Una vida dentro de otra vida; muchas veces es una vida más fantástica que la vida misma. Y con el pasar de los meses "mividaesunpastelillo" se fue convirtiendo en algo, fue tomando forma, fue ganando adeptos y fue aportando mucho a mi vida. Desde el hecho de permitirme imaginar, recuperar sueños y jugar un poco con la vida, hasta reafirmar a mis amigos, ganar nuevas amistades y también acercar a gente algo perdida. Obligarme a pensar en otros, "ustedes", cuando las cosas no estaban tan bien y ponerme frente al teclado. Sentir satisfacción con vuestros mensajes alentadores a través de distintos medios.
He emprendido un camino....no se bien hacia donde va, pero lo que vale es haberlo comenzado y tener las ganas, la constancia y el coraje de seguirlo transitando. Debo confesarles, mis queridos lectores, que a veces me flasheo muchas cosas con respecto a "mivida...", jejejeje.....pero uno nunca sabe lo que pueda llegar a suceder. Mientras tanto, con la esperanza de que algún día algo inesperado suceda, la vida y la necesidad de "expresar" continúan.

Gracias a todos los cocineros, pasteleros, bacheros, panaderos, camareros, etc., etc. que aportaron y que, día a día, siguen aportando material a "mividaesunpastelillo" y espero se sigan sintiendo identificados con este espacio.
Gracias a todos ustedes "mis lectores"por leerme y hacer que este camino tenga más sentido aún. Veremos que nos depara el destino....mientras tanto hoy brindo por este año junto a todos ustedes!. Brindo por este submundo que es "mividaesunpastelillo" que siempre estuvo en mi interior y pocas veces imaginé llegaría dar a conocer. Chin chin para todos!, P.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Pastelina Vengalina/Haciendo el destino.


Nuestra heroína se hallaba desorientada. No olfateaba su nuevo rumbo….ni tampoco sus informantes le acercaban buen material. Pastelina compró reservas en el supermercado chino del barrio, (si aún se lo podía llamar barrio) y, dentro de su lecho, entró en un periodo de meditación y encierro. Pastelina se encontraba cansada de su rutina de misiones; si bien en estos 10 años todas habían sido distintas no dejaban de ser parte de una rutina. Pastelina se levantaba cuando sus ojos se abrían, caminaba por su galpón en sus pijamas poco convencionales, comía cuando su estómago se lo pedía, observaba el exterior por su ventanusca rectangular y volvía a su submundo.
Vengalina llevaba así ya unos cuantos días….no llevaba la cuenta de soles ni lunas. Cierto día un sonido llamó su atención. Lo siguió, lo siguió hasta que llegó al extractor circular que tenía en la parte superior de una de sus paredes. Pastelina acercó su pesada mesa de trabajo y se trepó. No llegaba a ver qué había más allá, desde donde provenía aquel sonido. Buscó una banqueta y la puso sobre la mesa. Se trepó a la mesa, luego a la banqueta y asombrada pudo observar a un felino que asombrado también la observaba. Pastelina no supo que hacer….no esperaba encontrarse con tan inesperada situación. El gatuno estiró una de sus patas delanteras a modo de “agarrame”; así nuestra heroína no pudo dudar y lo tomó. Vengalina bajó con el gato a upa y lo apoyó en el suelo. Gato de mediana edad, grisáceo de pelo suave y algo largo…ojos amarillos, cuerpo regordete, cara de sabiondo. “Miau, miauuuuu”, “miaaau, miaaaaaaau” y el gato la miró a Pastelina. “Gato, gato, no te entiendo…..¿qué querés?????”. Pastelina se calzó las ojotas, se cubrió con un tapado de pana azul y bajó en búsqueda de comida para el animal. Ya en su galpón, le puso leche en un tapper pequeño y comida gatuna tipo “piedritas” en otro. El gato, con cola erguida y remoloneante, se acercó gustoso a sus tachitos. Pastelina se sentó en su cama y lo observó comer y beber.
Pasaron los días. En sus blocs de trabajo, Pastelina dibujaba figuras sin sentido. El gato gris la seguía a donde ella fuese. Un día Pastelina decidió cocinarle al gato comida real, con aroma. Salió de compras y, de paso, compró material suficiente para hacerse una pequeña comilona. El gato, echado sobre la mesada de trabajo, la observó atento y sorprendido. Pastelina puso música clásica y, con delantal de cocina y gorro, descontroló. Pastelina se dejo llevar y compenetradísima con aquel momento culinario dio todo de ella. El gato pudo ser testigo de un espectáculo único. Luego de ensuciar gran cantidad de sartenes, ollas, tappers, utensilios, tablas, bowls y demás, Pastelina le presentó al gato su comida. Un plato con hígado, cebolla, verdeo y puré de papas…mmmmmmmm desprendía un exquisito aroma!. El gato se acercó curioso y espectante. Pastelina se sirvió lo suyo y se sentó en la mesa, junto al gato. Comieron en silencio. "Gato" terminó de comer y se subió a la falda de nuestra heroína. “Mmmm…¿te gusto gato?”, le preguntó Pastelina mientras palmeaba el lomo del animal. “Mmmmmmmiiauuuuuu…miau”. Pastelina lo miró y supo que mañana partirían. Ya era hora de buscar al destino. Esa misma noche Pastelina preparó sus trastos. Entrada la noche desplegó sobre la mesa un amplio mapa. Lo puso a “Gato” sobre el papel y le dijo: “Gato, ¿hacia dónde vamos?”. El gato camino lento hasta que puso su pata derecha sobre un punto. Pastelina miró: “El roedor”; nunca había escuchado sobre dicho pueblo pero mañana mismo partirían con rumbo conocido.
Siendo las 5 a.m. Vengalina se vistió y se calzó su piloto verde opaco. Cargó todo el equipaje en la moto. Tomó un viejo “triángulo” celeste que tenía en el ropero, lo calzó a “Gato” en él y se lo puso por las espaldas; lo anudo por delante. Se calzó las antiparras de aviador y chequeó que estuviera el mapa en su maletín de cuero marrón. “Gato, ¿estas listo?”.“Miaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu”. Pastelina encendió la moto y partió a todo lo que da. Continuará…