jueves, 8 de abril de 2010

Ser mujer en una cocina.

Hace tiempo que quiero escribir esta nota pero si no lo he hecho antes es porque no he sabido como comenzarla siquiera. Estando el otro día con amigos de la vida, un amigo me hizo una pregunta que me dio el pie que creo necesitaba. Él me ha preguntado: “Pero como…¿en las cocinas no son mayoría mujeres?”. “En las cocinas hogareñas, si…pero en las profesionales no”, fue mi respuesta. Y esta situación me dio a pensar dos cosas: una que la gente común, (común=no gastronómica), siempre tiene conceptos de la gastronomía bastantes alejados de la realidad y otra que no imaginan cuan heróico es el trabajo de una mujer gastronómica.
Es muy difícil ser mujer y trabajar en gastronomía…es decir, cualquier mujer puede hacerlo, pero lo difícil es hacerlo con dignidad y tener continuidad. La exigencia física, el calor, los cortes, quemaduras, los días, la carga horaria y los horarios en si, los volúmenes, la presión, la mugre…todo indica que este trabajo es para hombres. Sin embargo, hay mujeres que nos animamos a ésto y a lidiar con mayoría de hombres. A la hora de poner en una balanza el tipo de trabajo y el hecho de ser aceptadas por los hombres gastronómicos sin tener que entregar nada a cambio…ja….creo que tiene mayor peso la aceptación de nuestros compañeros a base de dignidad y buen desempeño. El “hombre cocinero” exige por dos: pretende que seamos casi hombres sin dejar de ser mujeres y además que trabajemos a la par. ¿Como sería esto de que seamos casi hombres siendo mujeres...???. Al cocinero le gusta la mujer bien mujer pero que tenga las pelotas bien puestas. La mujer gastronómica debe tener su lado masculino bien desarrollado: preguntar como mujer pero contestar como hombre…sentir como mujer pero actuar como hombre… agacharse como mujer pero correr como hombre…Si, son jodidos los hombres gastronómicos, pero hasta ahí!. Si tu, “mujer gastronómica”, has nacido con esta habilidad y cintura para adaptarte a tan difícil situación…la pasarás muy bien. El hombre gastronómico una vez que te acepta, te adopta y te cuida como si fuera un padre o un hermano mayor. Te ceba un mate, te alcanza lo que esta alto, te sube lo pesado, te cede el tacho harinero para sentarte, te prepara tu comida favorita, te cubre para que puedas ir al baño, te deja cambiar la radio a tu estación favorita, te pregunta si estas bien, te defiende ante cualquier grosería de todo ser que no habite la cocina. Nos adoran a la hora de usar la manga y hacer trabajos minuciosos o detallados. ¿Qué sucede con la mujer con pocas aptitudes?, ja…lo que sucede en la mayoría de los trabajos: regalan otro tipo de habilidades para mantenerse a salvo en el campo de batalla.
Entre las mujeres mismas de una cocina nos vamos eligiendo y cuidando. Las “Gastro-girls”, una vez que nos ponemos la chaqueta nos transformamos…dejamos la bijou, el rimel, la pollera y los tacos a un lado. Nuestro costado masculino aflora y, sin olvidarnos de nuestra femineidad, somos casi uno más del batallón. Transpiramos la camiseta como un jugador de fútbol, nos embarramos, si es necesario, como un soldado en el lodo....como un bombero, agarramos la manguera y no la soltamos hasta apagar el incendio. Las mujeres de las cocinas somos mujeres de armas a tomar. ¡Preparen, apuuunteeen….corten, batan, amasen, soben y hagan todo lo que sea necesario!. Féminas guerreras de las cocinas: ¡a batallar!. Pocos saben lo arduo de nuestra profesión...y cuando terminamos nuestra jornada laboral: ser mujeres en la vida. Esta nota es mi humilde homenaje a todas mis amigas gastronómicas y a todas las mujeres gastronómicas que se vean reflejadas. Ánimo compañeras: ¡mi mayor admiración a todas ustedes!.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajjaaja si petit lo lograsteee hablar de las mujeres sin nombrar la parte sexual que dificil que es no??? jajaja gracias por hacer el happy hour conmigo... y si los oficinistas lo hacen tipo 6 de la tarde y los gastronomicos lo hacemos tipo 12 1 de la mañana jajjaja y que?? es la hora en que salimos mierda... jajaj
nos hablamos en estos dias y te cuento novedades besos
enana

Petit. dijo...

jaaaaaaaaaa..enana!!!, sabía que eras vos cuando vi un mensaje!!!. Si, es difícil hablar de mujeres en la cocina sin hablar de sexo....Cuando haga una nueva nota sexual tendría que ser algo así como: "Enfiestadas en la cocina", jajaj....Si, sepanlo gente: nuestros happy drinks son entrada la noche!. Con todo lo que me contaste de tus entrevistas...tendría que hacer una nota al respecto. Seguimos en contacto, besotes mil enana!!!, P.

Anónimo dijo...

Hola, Paula!!!
Me encantó este post!!
Yo no puedo aportar nada porque jamás pasé, paso ni pasaré por algo similar, ya que la cocina no es mi fuerte, bah.... ni siquiera "es", je, je...
Pero en realidad lo que quiero es desearte MUCHA SUERTE en lo que emprendas a futuro, estoy segura que una profesional como vos tendrá éxito, aunque el camino sea más largo y más difícil para los conscientes como vos.
ÉXITOS, Paula!!!
Un abrazo,
Bety

Petit. dijo...

Graciasssss!!!!, se notó tu ausencia!. Espero la hayas pasado genial!!!. Aunque no pertenezcas a este mundo me siento satisfecha porque gente como vos, (ajena al tema), se interesa en mis relatos y puntos de vista de las cocinas. Gracias por tus buenos deseos y fuerzas en este largo camino!!!!, cariños y abrazo, P.