martes, 8 de diciembre de 2009

Los relatos de Pastelina. "El comienzo".


Pastelina tiene un don. Pastelina hace increíbles pasteles, postres y dulces. Vive sumergida en un mundo “Sweet”. Ya a sus 4 años manejaba habilidosamente el palo de amasar y con el batidor de mano agarraba velocidades inimaginables. Por las noches dormía abrazada a una latita vacía de unas galletitas Húngaras que su abuela le había traído de un viaje.
Pastelina, a sus 8 años de edad, descubrió en ella algo que fue mucho más allá de sus habilidosas manos.
Sucedió un 8 de abril de un año cualquiera.
Gisel, su burlona y dañina compañerita de grado, cumplía años. Su fiesta sería una "fiesta de disfraces".
Pastelina poco gustosa de las concentraciones de gente y, obligada por su madre, concurrió al festejo. Su disfraz: un gran y aparatoso merengue blanco. De regalo, llevó un pastel de los que “acostumbraba” hacer.
Los niños jugaban en el jardín de la casa; los mayores charlaban y bebían.
Pastelina se adentro solitaria en el jardín trasero de la casa. Camino un poco y otro poco y rápidamente el jardín se fue convirtiendo en bosque. Altos y frondosos árboles la rodearon. Pastelina miró hacia arriba y, por entre las copas de los árboles, pudo espiar un cielo anaranjado oscuro. Dio un paso y se topo con un árbol. Lo miró y pudo ver en la corteza, muy claramente, el contorno de una galleta, una gran y perfecta galleta. Dio otro paso y se topo con otro árbol; en él pudo ver un gran lemon pie con muuucho merengue. Miró hacia atrás… un tentador cañoncito de dulce de leche la contemplaba. Miró hacia el frente y lo vio a “él”, su “chocolatito”. El muchachín que quitaba sus sueños y que daba inspiración a tantas de sus creaciones dulces la miraba desde aquella corteza. Pastelina se sonrojo y corrió apresurada hacia la casa.

La madre de Gisel, el palo de la astilla de Gisel, entro a la cocina. Nadie estaba allí, solo se escuchaba un bullicio a lo lejos.
Pastelina llegó a la casa. Aún agitada, se acercó y se asomó por la ventana trasera; pudo ver la cocina. Pastelina vio a la madre de Gisel y se quedo allí observando silenciosa. La madre de Gisel prendió un cigarro y, con cuerpo tembloroso, se apoyó en la mesada de la cocina. “Maldito, maldito”, se dijo. Tomó la taza de café frío que había quedado servido desde la mañana y, con mano también temblorosa, bebió un sorbo. Del cajón de la mesada de la cocina, manoteó unas pastillas y se tomó tres. En un impulso de furia, su brazo arrasó con todo lo que había arriba de la mesada: empanaditas, vasitos plásticos, guirnaldas, cigarros, servilletas, whisky, velitas de cumpleaños. Con ojos llenos de ira y algo húmedos vio, un tanto borroso, el pastel de Pastelina . La mujer sintió una insoportable atracción hacia aquel pastel. Se olvido de todo, solo existían ella y el pastel, el pastel y ella. No pudo contenerse y lo tomó. Probó un trozo y otro y otro y otro…no paro hasta acabar con él. Su rostro sonriente, enchastrado de crema y merengue por doquier. Repentinamente la madre de Gisel se desplomó. Pastelina corrió en búsqueda de algún mayor. Supo que su pastel algo había tenido que ver. En los días subsiguientes, a la madre de Gisel, se la vio por el barrio un tanto perdida…extraña. Los médicos le diagnosticaron una “Perdida de la memoria” causada por un episodio traumático emocional. La madre de Gisel nunca volvió a ser la misma…afortunadamente. Un mismo cuerpo pero distinto ser. Su personalidad se volvió a forjar. Cada nuevo día era un nuevo aprender, una nueva oportunidad.
Con el correr de los años, Pastelina, comprobó una y otra vez el poder de sus pasteles en la gente de aspectos altamente negativos ante la vida y el prójimo. Sus pasteles los anestesiaba; los dejaba en un letargo de unos segundos. Al despertar ya no eran los mismos. Mismo cuerpo pero ningún recuerdo. Una nueva oportunidad, un renacer; una nueva vida dentro de sus vidas les había sido regalada. En ellos estaba la decisión de su nuevo caminar.
Por el contrario, Pastelina no podía olvidar. Sus recuerdos se mantenían tan frescos como si hubiesen ocurrido ayer. Su mente recordaba absolutamente todo, absolutamente todo; a veces el no olvido resultaba ser una carga muy pesada para ella.
Pastelina creció y un día, queriendo perfeccionar sus habilidades culinarias, entró a una escuela de gastronomía.
Pastelina se recibió.
Ya han pasado 10 años desde entonces. Pastelina ya ha transitado por un sin fin de cocinas "profesionales". Cansada de ver innumerables injusticias en el mundo de la gastronomía, cansada de ver cuan maltratada está su pasión, Pastelina, un día despertó y, sentada desde su cama, con cabellera más que revuelta, pudo ver su misión en esta vida: Ajusticiar al mundo gastronómico de sus habitantes nefastos. Pastelina ya está entre nosotros y sus irresistibles pasteles justicieros también….

8 comentarios:

rosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
rosa dijo...

Ojalá existieran los pasteles de Pastelina, así se podrían liberar todos aquellos que el recuerdo no les deja vivir el presente.
Besos
Rosa.-

rosa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
mabel dijo...

Para PP(Petit Pastelina).Muy buen inicio!!!!!
Algún día le pediré algunos de sus pasteles justicieros!!!!ja ja ja
Besos

Petit. dijo...

Qué heroína, no???. A mi me gustaría muchas veces poder ajusticiar. Tendremos que seguir leyendo a ver que nos depara Pastelina. Ojalá se ponga bueno!, jejej. Yo también le pediría un par de pasteles y como bien decís, Rosa, a muchos que viven atados al pasado les vendría bien un borron y cuenta nueva. Cariños, P.

Carlitos dijo...

Será que es muy tarde (es la 1 de la mañana de un viernes cuando escribo esto), pero siempre leí primero Palestina antes que Pastelina.

¡Que se vengan las historias, entonces!

Un beso!

Petit. dijo...

Jajaja....y ahora son casi las 24 hs acá y estos últimos días fueron de chicle...se nota que estamos cerca de fin de año, tapada de trabajo...yo ya leo cualquier cosa también!, ya se vendrá más de Palestina, jejej...no, no...Pastelina!!!!, besos cato!

Felipe dijo...

Cuando afloje el trabajo, se vendrán los bombasos de Pastelina????Serán de crema .....!!!Guau que miedo, yo comienzo un régimen no sea cosa que me tire Pastelina con algún PODEROSO pastel!!!!