domingo, 13 de septiembre de 2009

Maltratados, malheridos, mal curados.


Señoras y señores: esto no es un programa de televisión, ni una escuela de gastronomía, ni una revista del mètier, ni uno de esos trabajos que se pegan uno en un millón… ¡Ésto es cocina verdad!. Ésto es lo que les pasa a todos los cocineritos, ayudantes de cocineritos, parrilleritos, sandwicheritos, bacheritos, pasteleritos, etc… que trabajan día a día en una cocina. ¡Ésto es cocina “del palo.com”!.
Recuerdo que cuando estaba estudiando gastronomía los profesores nos llegaban a insinuar algo así: “Chicos, miren que la gastronomía no es la tele…. Chicos, miren que no van a tener fines de semana ni fiestas ni cumpleaños…Miren que van a trabajar muchas horas…”. Hasta algo de eso llegaron a advertirnos. Claro, cuando uno arranca con toda la emoción y la juventud… algo te huele mal, pero el envión es tal, que le das pa delante!. Luego pasa un año, dos, tres, cuatro, si subsististe, y pa cuando querés reaccionar… tu esfuerzo a sido tal y tu cuerpo ha invertido tanto en esta profesión que, sin querer, ya la has adoptado como parte de tu vida y te das cuenta que este es un viaje de ida.
Para que las personas comunes, como ustedes, entiendan un poco nuestra vida, piensen en algo simple: Cuando ustedes están de fiesta y tiempo libre = es cuando más trabajo tenemos nosotros. Nosotros no tenemos dos días de descanso como las personas comunes… Los gastronómicos tenemos un franco, a lo sumo franco y medio de descanso. Obviamente que en un día bien a tras mano: un lunes, martes, miércoles; días en los cuales el trabajo baja un poco. Los gastronómicos trabajamos entre 9 e infinitas horas…. Es decir, si tenemos un turno de trabajo pautado, pero te agarro el malón de gente o un imprevisto y te quedaste con el colchón a vivir. Fin de año no es época de festejos ; fin de año es época de decirle adiós a nuestras vidas…hasta las vacaciones!. Debemos olvidarnos de ir a una reunión, de ir al médico, al cine, de ver a nuestros seres queridos, de ver la tele, de ir al peluquero, de hacer los mandados, de leer un libro, de pagar los servicios, de regar nuestras plantas. Por día, podemos llegar a trabajar entre 12 y 18 horas de corrido. Los gastronómicos no solemos sentarnos a comer; hasta ir al baño es interrumpir nuestra tarea y a veces no nos podemos dar ese lujo. Si nos sentamos para comer, lo hacemos sobre nuestros "asientos de gastronómicos": el cajón de la cerveza o gaseosa, un tacho de basura alto o uno bajo con una placa encima pa que nos aguante, o el borde de un freezer horizontal o una bendita escalera sucia. Los gastronómicos vamos a trabajar enfermos…Faltar es perjudicar a nuestro contra turno, al del sector de al lado y así sucesivamente hasta que, para cuando volvimos, ya nos hemos perjudicado a nosotros mismos!. Si nos hemos quemado o cortado, no importa cuan profundo, cuan grave…no importa que no haya botiquín…lo importante es que te ayuden a improvisar un buen parche y seguir dando batalla!; luego se verá. Los gastronómicos agradecemos cuando tenemos una obra social y aportes…cuando nos dan ropa de trabajo, cuando nos dan aguinaldo, cuando nos dan comida que no sean fideos ni arroz… ni hablar cuando tenemos un sueldo digno. Los gastronómicos solemos trabajar de tarde/ noche y volver a casa cuando en la calle ya no hay ni colectivos ni gatos...solo algún otro gastronómico. Así estamos los gastronómicos: ¡Maltratados, malheridos y mal curados!. Somos mulos que por extrema vocación nos hacemos adictos a nuestro trabajo y luego ya no tenemos remedio. Somos una especie aparte. Solo entre nosotros nos podemos entender… Muchos de mis amigos/as son del palo.com. Nuestras vidas se van acotando de tal manera que nuestro entorno generalmente se vuelve gastronómico!.
Gracias a nuestras familias, amigos y psicólogos por padecernos y tratar de entendernos. Pobre de nosotros, ¡los gastronómicos!. ¡Ánimo compañeros, que no hay tiempo que perder...!.¡A dar batalla se ha dicho!.






3 comentarios:

Felipe dijo...

Realmente agotador!Lo intuyo y lo he visto, es como que los gatronómicos ven la vida pasar-- mientras nosotros "Los otros"nos deleitamos en el otro lado del restaurant.En otros trabajos se padece otras heridas, algunas ni se ven, están adentro!Bueno lo importante : SI NUESTRO TRABAJO NOS GUSTA, TODO LO DEMAS SE SOPORTA!!FUERZA CANEJO!!!!!La cocina es el backstage de la vida???No se si está bien, quise decir..."La trastienda"-----Es cuestión de cruzar la puera!

Felipe dijo...

TARTA TATIN:viste, equivocarse a veces es bueno, a esa franchute le salió del apuro algo memorable, equivocate un poquito para inventar algo y ser feliz, no es malo...Ah, pero no lo publiques, paténtalo! Si es bueno se lo copian y apropian!

maruchita dijo...

Pero es un orgullo ser gastronomico..no hay nada mas lindo q mulear en lo q a uno le gusta, q en estas epocas ya es demasiado, aguante todos los cocineros del universo por esa pasion q ponemos en cada cosa q realizamos!!!!